La terapia filosófica de Séneca pretende que confiemos la dirección del timón de nuestra vida a nuestra mejor parte, a la razón. Los juicios o razonamientos acertados sobre nosotros mismos y sobre las cosas nos conducen a la salud.
Para Séneca la filosofía es un camino para vivir en armonía con la naturaleza y para lograr un desarrollo integral del ser humano. En este sentido, la filosofía es terapéutica.